Celaya.- El pasado 7 de marzo, desaparecieron seis mujeres que iban camino a trabajar en un servicio de banquetes. Dos días después, la hermana de una de ellas acudió al Ministerio Público a declarar en torno al hecho, y ya no se supo de ella tampoco.Su mamá tiene la esperanza de que solo sea otra ocasión más en que Cecilia se “desconecta” de la familia por días, y que pronto regrese o dé señales de que está bien.Mientras tanto, la señora sufre porque sus dos hijas, Sandra Daniela y Cecilia, nadie sabe dónde están.Según publican medios de comunicación de Guanajuato y nacionales, el 7 de marzo desaparecieron Paulina Berenice Reséndiz, de 25 años; Mariana Gutiérrez, de 19 años; Yoselin Daniela Zamorano, de 20 años; Gabriela Barbosa, de 48 años, Rosa María Pérez, de 42 años; y Sandra Daniela Paredes, de 24 años.Se dijo que iban camino a San José de Guanajuato, cerca del fraccionamiento Álamo Country Club, en el norponiente de Celaya. Fue cuando se les vio por última vez, ellas desaparecieron.La mamá de Sandra Daniela le habló a otra hija suya, Cecilia, de 26 años, para preguntarle por su hermana, y le dijo que estaba desaparecida.La señora sabe que Cecilia acudió a una oficina del Ministerio Público para preguntar y declarar sobre la desaparición de su hermana, luego le avisó su mamá que ya estaba afuera. Esto fue el 9 de marzo. A partir de ahí, ya no han sabido de ella.La madre de las muchachas comentó que a su casa vinieron agentes ministeriales, como parte de las investigaciones por la desaparición de Sandra Daniela; desde ahí le marcaron por teléfono a Cecilia, y le dijeron que pasarían por ella para llevarla a declarar.Como a las 21:00 horas del jueves, Cecilia le informó a su madre que se encontraba en el Ministerio Público rindiendo su declaración, y luego, en un mensaje avisó que ya había salido. Para las 22:00 horas dejó de responder al teléfono.La mamá de ambas muchachas comentó que no han denunciado la desaparición de Cecilia, pues normalmente deja de comunicarse con su familia por largos periodos de tiempo… la esperanza es que pronto llame y diga que está bien.
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